“La presencia de Dios es lo que nos unía a todos”: Roberto Canessa

“La presencia de Dios es lo que nos unía a todos”, dijo Roberto Jorge Canessa Urta sobreviviente de la gran tragedia área ocurrida hace más de 50 años en la cordillera de los Andes, cuando un avión con 45 personas a bordo se estrelló contra las montañas.

Un grupo de jóvenes habían partido desde Uruguay rumbo a Chile para un encuentro deportivo, sin embargo, por el mal tiempo y un grave error de navegación aérea por parte de la tripulación, el viaje terminó en tragedia.

Roberto Canessa, quien en ese entonces tenía 19 años y era estudiante de medicina, se convirtió en pieza clave para que los sobrevivientes de los Andes lograran regresar a casa.

De visita en Los Mochis para ofrecer una conferencia sobre como logró sobrevivir luego del accidente, dijo que en ese momento, cuando estaban enfrentando la situación más complicada de su juventud, buscaron tener una gran cercanía con Dios.

“En esos momentos la presencia de Dios fue realmente lo que nos unía a todos”, precisó al hablar de cómo tuvieron que buscar la forma de salir adelante en medio del desastre.

Narró también como fueron surgiendo ideas para protegerse del frio, como utilizar la lana de los asientos para hacer frazadas o convertir los respaldos de aluminio en fábricas de agua para beber, además de otras medidas que les ayudaron a mantenerse con vida.

En su mensaje, Canessa Urta resaltó la importancia de hacer las cosas por decisión propia y no esperar que otros la hagan por nosotros. “Creo que lo más importante es que salimos por nosotros mismos de esa montaña”, puntualizó.

Roberto Canessa y Fernando Parrado fueron quienes lograron llegar hasta donde estaba el arriero Sergio Catalán para pedir ayuda y, de esa manera, lograr que se movilizaran helicópteros para rescatar al resto de los sobrevivientes.

Durante la entrevista, reconoció que lo que aparece en las películas es solo la parte “ligera” de la verdadera historia.

Roberto Canessa narra en su conferencia como fue sobrevivir 72 días en la montaña, en medio de la nieve, cuando el vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya se estrelló en plena cordillera, a más de tres mil 500 metros sobre el nivel del mar.

El accidente aéreo ocurrió el 13 de octubre de 1972 en el Glaciar de las Lágrimas, Departamento Malargüe, Provincia de Mendoza, Argentina, a 1,200 metros de la frontera con Chile.

En el avión iban 5 tripulantes y 40 pasajeros, incluidos 19 miembros del equipo de rugby Old Christians Club, junto con algunos familiares, simpatizantes y amigos.

SOBREVIVEN COMIENDO CARNE HUMANA

El grupo que logró sobrevivir decidió comer la carne de los cuerpos de sus compañeros muertos. No fue una decisión fácil y fue Roberto Canessa quien, utilizando pedazos de vidrio del parabrisas roto del avión, cortaba la carne.

Los pasajes que se conocen acerca de esta historia destacan que en un principio solo podían comer piel, músculo y grasa, pero cuando empezó a faltar la carne también comieron corazones, pulmones e incluso cerebros.

Además de Parrado y Canessa, fueron rescatados Daniel Fernández Strauch, José Luis Nicolás Inciarte, Álvaro Mangino Schmid, Carlos Miguel Páez, Eduardo José Strauch, José Pedro Jacinto María Algorta, Alfredo Daniel Delgado, Adolfo Luis Strauch, Roberto Fernando Jorge François Álvarez, Roy Álex Harley Sánchez, Javier Alfredo Methol Abal, Ramón Mario Sabella, Antonio José Vizintín y Gustavo Zerbino Stajano.

De los 16 sobrevivientes que fueron rescatados el 23 de diciembre de 1972, aún viven 14. Javier Methol y José Luis Nicolás Inciarte fallecieron en 2015 y 2023, respectivamente, a causa de cáncer.