“Ante tanta violencia, Sinaloa no puede ser naranja”: Mayra Sáinz

Que este 25 de noviembre sirva para recordar que falta un largo camino para humanizarnos y que ante tanta violencia, Sinaloa no puede ser naranja, afirmó Mayra Sáinz, directora del Centro Integral de Capacitación y Desarrollo Humano (CICDH).

Precisó que para alcanzar el objetivo de este fecha, que es acabar con la violencia en contra de las mujeres, se requiere trabajar unidos para establecer la cultura del respeto desde pequeños y educar mejor a nuestros hijos. “Unámonos para educarnos simétricamente. La educación es la solución”, subrayó.

La fundadora y directora de Mujer IFIM, donde se llevan a cabo cursos, talleres y programas dirigidos a regresar la integridad y autoestima a las mujeres victimas de la violencia, se pronunció a favor de la igualdad entre hombres y mujeres “para poder crecer juntos, aprender juntos y juntos ser mejores seres humanos”.

“Mujeres y hombres somos iguales, tenemos el mismo derecho de dignidad humana. Tenemos el mismo valor y juntos podemos hacer un mundo mejor”, subrayó en entrevista sobre la celebración del ‘Día Naranja’ en el mundo.

Sin embargo, la experta en psicoterapia consideró como una desgracia lo que está ocurriendo en Ahome y en Sinaloa, donde el desprecio y odio hacia la mujer sigue en aumento. “La lucha y avance por la igualdad de género continúa, nos falta mucho, porque tenemos una brecha descomunal que produce el machismo”, resaltó.

Mayra Sáinz se refirió a las víctimas, a los hijos, madres, padres y esposas que tienen que enfrentar las secuelas que deja la violencia y a quienes difícilmente podrán consolar con palabras, porque tienen su corazón hecho pedazos. “A ellos quiero pedirles que la crueldad que les han ocasionado no los detenga, que es necesario hablar y tomar acciones de prevención para otras mujeres”, destacó.

Al final, hizo una reflexión por esta fecha, asegurando que la violencia nos lastima a todos, pero que mientras existan personas que no se detengan en esta lucha por la igualdad de género, la esperanza no muere, por el contrario, toma mayor fuerza. “Sinaloa no es naranja, debemos unirnos para que lo sea”, puntualizó.