Recuerdan la tragedia del Carrizo: “El amoníaco los mató a todos”

La herida sigue abierta en El Carrizo por el trágico accidente ocurrido hace 17 años, donde 38 personas perdieron la vida tras el choque de un camión de pasajeros y una pipa cargada de amoníaco en los cerros de Barobampo. Una tragedia que enlutó a todo el municipio de Ahome.

Como en años anteriores, en el lugar del trágico percance, se llevó a cabo una misa para recordar a quienes murieron el 15 de noviembre de 2005 y a los 4 pasajeros que lograron salvarse, pero que han tenido que vivir con las secuelas que dejó el amoníaco en su humanidad.

Este hecho marcó para siempre a El Carrizo y sus comunidades por el luto que invadió a tantos hogares y porque no hubo justicia para las víctimas del fatal camionazo, pese a que el entonces alcalde, Policarpo Infante Fierro, decretó día de luto en el municipio a causa de esos lamentables hechos.

Y es que tras el encontronazo, ambas unidades se volcaron y una nube tóxica invadió el lugar impidiendo el acceso a los cuerpos de auxilio y a quienes intentaban acercarse para tratar de salvar a los pasajeros del autobús de la línea Autotransportes de Guasave que cubría la ruta Los Mochis – El Carrizo.

En entrevista con Notimax, Cecilio Gámez Portillo, líder campesino del Valle del Carrizo, aseguró que este hecho fue provocado por un error humano, porque ambos conductores iban jugando carreras, sin embargo, fue el gas venenoso que escapó de la pipa lo que acabó con la vida de la mayoría de las personas. “El amoníaco los mató a todos, incluyendo al conductor de la pipa”, resaltó.

Recordó que en ese tiempo el caso llegó hasta el Congreso del Estado, pero como muchas autoridades, también los diputados se volvieron “jarabe de pico”, porque hasta donde se sabe no se cumplió con la indemnización de las familias. “Se luchó mucho, pero no se les cumplió a cabalidad lo que se les dijo”, aclaró.

Cecilio Gámez dijo que la herida sigue abierta y que la tragedia que aun duele en esas comunidades no dejó enseñanzas, porque sigue sin control el tránsito de pipas cargadas de sustancias peligrosas en la carretera, muchas veces a exceso de velocidad, sin precaución y que más de una vez han estado a punto de provocar nuevas tragedias.

“Les vale madre, hazte un lado o te arremango, parece ser el criterio de los piperos cuando van por la carretera. Son un peligro, y de todos los choferes de camiones, ellos, los de las pipas, son los más peligrosos”, precisó.

Sin embargo, afirmó que lo peor es que con la instalación de la planta de amoníaco en Topolobampo será mayor el riesgo, no solo para los habitantes del puerto, también para la población de Los Mochis y quienes transitan por la carretera, porque va a ser mayor el número de pipas que van a circular en esta región y por todo el estado.

Por eso, el exdiputado local consideró que este tipo de tragedias deben alertar acerca de lo peligroso que es el amoníaco, un gas mortal, imposible de controlar, no hay quien lo detenga, porque no puedes ir a cerrar una válvula.

El 15 de noviembre será recordado siempre en Ahome, porque fue en este territorio, donde se vivió la que se considera como la peor tragedia de la historia, por la gran cantidad de muertes que provocó un accidente de tránsito, pero donde el elemento principal fue la nube tóxica que brotó de una pipa cargada hasta el tope de amoníaco.

Cecilio Gámez Portillo, exlíder campesino en El Carrizo
Las víctimas del “camionazo”