Parece que se ha vuelto cotidiano que miembros de la delincuencia organizada ataquen el sistema de video vigilancia en Culiacán. Hasta ahora lo han hecho con total impunidad porque no ha habido detenidos ni se conocen resultados de una investigación.
Y es que a casi dos meses de un ataque masivo a por lo menos 80 cámaras de seguridad en 30 puntos de la ciudad capital de Sinaloa, las autoridades no han informado nada sobre este caso y del proceso de reemplazo. Apenas están por conocer cuántos equipos dañados por las balas pertenecen al municipio y cuantas al estado.
La madrugada de este lunes se registró un nuevo ataque a balazos contra las videocámaras al norte de Culiacán, por el bulevar José Limón, frente a una plaza comercial. En el lugar se localizaron casquillos de AK-47.
El secretario de Seguridad en el estado, Cristóbal Castañeda Camarillo confirmó a través de su cuenta de Twitter que se recibió el reporte de daños a una cámara de vigilancia y que al revisar, se detectó que fue una sola cámara la afectada, que incluso el aparato ya estaba fuera de servicio y sería reemplazada.
¿CUÁL ES EL MENSAJE?
Acerca de este tipo de acciones se pueden especular muchas cosas, ¿es por diversión?, ¿están planeando algo? O ¿cuál es el mensaje?, porque hasta ahora no se conoce alguna acción criminal detrás de la destrucción de las cámaras.
Hay que recordar que antes de estos dos ataques, ya habían balaceado las cámaras, aunque en esas ocasiones se consideraron hechos aislados.
De acuerdo con datos oficiales, se tienen registros de 52 cámaras que han sido vandalizadas en lo que va del año y 45 que se mantienen activas.
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