¿Qué pasó el Sábado? ¿Por qué dejó de ser de “Gloria”?

Durante el Sábado Santo se vive uno de los momentos más importantes para los fieles católicos, porque representa el paso de Jesús entre la muerte y la resurrección.

Este día, la Iglesia Católica nos recuerda que Jesús entregó su cuerpo y derramó su sangre para el perdón de los pecados y para la salvación de toda la humanidad.

Más allá de uno de los periodos vacacionales más importantes, hay que recordar que la Semana Santa es una etapa de ocho días donde, de acuerdo con los pasajes históricos sobre la vida de Jesucristo, se vive la Pasión, Muerte y Resurrección del hijo de Dios.

El Jueves Santo se recuerda la última cena de Jesús con sus discípulos, la institución de la eucaristía, la orden sacerdotal y el lavatorio de pies.

El Viernes Santo es el día de la pasión y crucifixión de Cristo en el Calvario. Para los fieles es tiempo de ayuno y abstinencia de carne como penitencia.

El Sábado Santo se lleva a cabo una Vigilia Pascual, donde se bendice el agua y se encienden velas en señal de la resurrección de Jesús.

El Domingo de Resurrección o Domingo de Pascua se conmemora la resurrección de Jesucristo al tercer día de su crucifixión. Se considera un día alegría y esperanza de una nueva vida.

Cabe aclarar que el Sábado de Gloria o Sábado Santo por la mañana se recordaba la Resurrección de Cristo y la “apertura de la Gloria”, pero ahora esta ceremonia se realiza por la noche, en la solemne Vigilia Pascual.

En México, algunas parroquias escenificaron por la noche la Vigilia Pascual, con la bendición del fuego y cirio pascual, pregón pascual, bendición del agua, liturgia de la palabra y liturgia eucarística.

“Para los que tienen fe estos días son importantes, estos días son de guardar, son días dedicados a Dios”, afirmó monseñor Manuel Silva Rodríguez, párroco de la iglesia de San Juan de los Lagos en Los Mochis.

Recordó que tras dos años en que no se pudo llevar a cabo esta celebración por la pandemia, este 2022 si hubo oportunidad de acompañar a Jesús en su resurrección, que representa el llamado de Dios a la vida nueva.

Cabe precisar que al Sábado Santo se le conoce también como Sábado de Gloria, sin embargo, con la Reforma Litúrgica, la celebración de la Vigilia Pascual se recorrió para el sábado por la noche.

Desde ese momento el sábado dejó de ser de “Gloria” y ahora se le conoce como Sábado Santo: Un día de luto y de silencio.