Esta Crónica es un homenaje a mi amigo y compañero locutor y cronista Octavio Ibarra Cota, el inmortal pionero de la radiodifusión de Sinaloa.
En recuerdo de aquellas noches que le acompañamos al viejo puente de madera de la isla de ‘El Maviri’ a pescar con un par de anzuelos y piola, doce latas de cerveza Tecate roja y cuando no llevaba lombrices, unos camarones crudos hacían la diferencia.
¿Te acuerdas Octavio?
Octavio Ibarra Cota fue el primero de doce hijos de doña Benita Cota Trasviña, originaria de Tehueco, El Fuerte y de don Teódulo Ibarra Lugo, de Mazatlán, Sinaloa.
La pareja de jóvenes contrajo matrimonio en la iglesia de Nuestra Señora de Los Milagros de Tehueco, El Fuerte y fijaron su residencia en una casona de la calle Venustiano Carranza entre la avenida Francisco I. Madero y la calle Ángel Flores de la ciudad de Los Mochis, Sinaloa.
Aquel niño que era ‘mitad tehuequeño’ y ‘mitad mochitense’, nació el lunes 14 de septiembre del año 1936. Estudio la escuela primaria en el Colegio ‘Josefa Ortiz de Domínguez’ que se le conocía en aquellos años como ‘la particular’, pues fue la primera escuela privada.
En el año de 1949, Octavio Ibarra Cota estudio la secundaria en la ‘Academia Comercial Webster’ de los hermanos Oscar y Manuel Moreno Rivas, este último fue fundador del periódico ‘El Debate de Los Mochis’.
Octavio se recibió como Contador Privado el año de 1951 y fue gracias a la recomendación que le dio don Oscar Moreno Rivas, que su primer trabajo fue como Gerente Administrativo de la empresa ‘Circuito del Pacifico’, donde administraba el ‘Cine Royal’, que estaba ubicado por la calle Álvaro Obregón y el ‘Cine Rio Fuerte’, que estaba ubicado en la esquina de la avenida ‘Gabriel Leyva’ y la calle ‘Independencia’ en el centro de la ciudad.
Los dueños de aquellos cines eran los hermanos Papanopus, unos griegos que llegaron al puerto de San Francisco, California y luego se establecieron unos años en Hermosillo, Sonora hasta que se vinieron a radicar a Los Mochis donde se encontraron con su paisano don Pedro ‘alopit’ Saquelarez.
Los hermanos Papanopus también fueron los primeros en llevar cine ambulante a los pueblos de los municipios de Choix, El Fuerte, Navojoa, Obregón y Guasave.
Siendo Gerente de la empresa ‘Circuito del Pacifico’, Octavio conoció al empresario don Pancho Pérez Alvarado, dueño de la radiodifusora XECF ‘La voz del valle de El Fuerte’ actualmente conocida como ‘Radio Mexicana’.
Don Pancho fue el mecenas, fue el descubridor y quien impulso a Octavio Ibarra Cota a llegar a las alturas. Lo quiso como si hubiera sido su propio hijo.
Don Pancho tenía dos hijos; Javier y ‘el chihuili’, pero con Octavio completo los tres.
RICOS Y POBRES
El ‘Cine Royal’ estaba techado, tenía dos plantas, a una se le llamaba ‘galería’ y a la otra ‘luneta’, era el cine de las familias acomodadas de Los Mochis. El ‘Cine Rio Fuerte’ era al aire libre, no tenía techumbre, era para el populacho, ahí fue donde iniciaron los programas de aficionados al canto, pero también presentaban funciones de lucha libre y las caravanas de artistas.
CON ÁLVAREZ NOLASCO
En el año de 1951, el joven Gerente de los cines ‘Royal’ y ‘Rio Fuerte’, Octavio Ibarra Cota, recibió la invitación de don Ernesto Álvarez Nolasco para empezar a escribir en un periódico que editaba y que se imprimía en la oficina que estaba instalada por la calle Ángel Flores, frente al ‘Cine Royal’, en la planta baja del que fue durante muchos años el ‘Centro Social Leonistico’, un edificio que había mandado construir don Benjamín Francis Johnston, fundador de la ciudad de Los Mochis, en donde tenía las oficinas de su empresa la ‘United Sugar Company’.
Ese mismo año de 1951, llegó a Los Mochis el inolvidable locutor Julio Manuel Zamarripa Sánchez, que era sobrino del Coronel Francisco Pérez Sánchez, y primo de Pancho y Manuel Ceferino Pérez Alvarado ‘el pinini’. Octavio Ibarra y Julio Manuel formarían un excelente equipo.
En la radiodifusora XECF ‘La voz del valle de El Fuerte’, que estaba ubicada por la calle Álvaro Obregón, contra esquina de la plazuela ’27 de Septiembre’, la planta de locutores estaba formada por Miguel Mario Salazar, Francisco Márquez, Julio Manuel Zamarripa, algunas veces entraba a cubrir turnos Héctor Arámbula, Camilo Robles Valdez y Manuel Hernández.
LA HUELGA
En el año de 1954, al Gerente de la empresa ‘Circuito del Pacifico’, Octavio Ibarra Cota, le estalló la huelga de los trabajadores del ‘Cine Royal’ y ‘Cine Rio Fuerte’. Los griegos Papanopus estaban inconsolables.
Los afiliados al Sindicato de Trabajadores de la Industria Cinematográfica (STIC) habían realizado una huelga en todo el noroeste de México. David ‘el chato’ Espinoza era el delegado del STIC en Los Mochis, la membresía estaba formada por los trabajadores del ‘Cine Royal’, ‘Cine Rio Fuerte’ y ‘Cine Venecia’.
El único cine que eludió la huelga fue precisamente el ‘Cine Venecia’ pues el dueño era don Manuel García, concesionario de la ‘Agencia de cerveza Pacifico’ de Los Mochis. La huelga se levantó días después.
Fueron trabajadores del ‘Cine Royal’; don Casiano Gálvez, que era originario del pueblo de Portugués de Gálvez, Guasave, Guillermina Hernández, David Espinoza ‘el chato’, las hermanas Granados y la señorita ‘Calita’.
Fue ese año de 1954 cuando don Manuel Ceferino Pérez Alvarado ‘el pinini’, conoció a Manuel Bojórquez Ortega en el ‘Cine Rio Fuerte’, era el ‘guardacasa’ además de hacer el aseo, otro de los locutores que serían las grandes voces de la radiodifusora XEHS ‘Radio Ambiente’, junto con Julio Manuel Zamarripa Sánchez y Octavio Ibarra Cota.
OCTAVIO Y YOLANDA
Con el término de la huelga y al reanudarse la proyección de películas en el ‘Cine Royal’ y el ‘Cine Rio Fuerte’, se estrenó una película del director Elia Kazán, cuyo título ‘La ley del silencio’ con el primer actor Marlon Brando, fue lo que llamó la atención de los jóvenes de esa época.
Ese año de 1954, Octavio Ibarra Cota ya era uno de los locutores estrellas de la radiodifusora XEHS de don Manuel Francisco Pérez Alvarado ‘el pinini’.
Octavio conoció ahí en el ‘Cine Royal’ a una bellísima jovencita que lo deslumbró, su nombre; Yolanda Hays Cruz.
Aquella muchacha era hermana de Alfredo ‘el güero’ Hays Cruz, quien ya era compañero locutor de Ibarra Cota en la radiodifusora XEHS.
Con las palomitas y la soda de por medio, Octavio inicio una amistad con Yolanda quien estudiaba para secretaria ejecutiva en el Instituto Superior de Comercio ‘Santuario de Guadalupe’, una institución educativa solo para mujeres y que actualmente es el colegio ‘Sor Juana Inés de la Cruz’.
Octavio hizo lo que su padre don Teódulo Ibarra Lugo. Ya jamás dejo a la joven Yolanda Hays, la pareja inició una relación de noviazgo.
EXAMEN APROBADO
El primer cronista deportivo de Los Mochis fue don Pancho Pérez Alvarado en el año de 1945 con la vieja Liga de la Costa del Pacifico.
Don Pancho metió al joven gerente de la radiodifusora XECF Octavio Ibarra Cota para que se iniciara como locutor, Pero don Pancho estaba más interesado en la política, por esa circunstancia, también empezó a enseñar a Octavio a narrar los juegos de beisbol.
De la mano de don Pancho Pérez, el joven locutor se hizo cronista de beisbol.
En el año de 1952 en un viaje familiar de vacaciones a la ciudad de México, don Pancho Pérez invitó a Octavio Ibarra para que los acompañara y lo ayudara a conducir el automóvil. Iban también doña ‘Tey’ Robles y sus hijos Javier y ‘el chihuili’.
Vente, vamos ‘Tavo’, sirve que presentas el examen de locutor en México, le dijo don Pancho.
Octavio Ibarra Cota llego al edificio de la Secretaria de Comunicaciones y Obras Públicas (SCOP) cuyo titular era el Ing. Carlos Lazo, famoso porque había diseñado la Ciudad Universitaria de la UNAM. Era Presidente de la República el priista don Alfonso Ruiz Cortínez.
Octavio aprobó exitosamente el examen, fue orgullo ser el primer locutor autorizado de Los Mochis. Ya ‘encarrerado’, tiempo después presentó el examen como Cronista Deportivo que también aprobó.
OCTAVIO Y YOLANDA SE CASAN
Octavio Ibarra Cota y la jovencita Yolanda Hays Cruz contrajeron matrimonio el domingo 27 de septiembre de 1959 en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe. De esa unión nacieron cuatro hijos.
El sábado 25 de junio de 1960 el hogar de los Ibarra Hays se iluminó con la llegada del primogénito Octavio Ibarra Hays. El viernes 10 de noviembre la cigüeña les trajo otro varón a Octavio y Yolanda, seria Jorge Alfredo. El lunes 23 de marzo de 1964 nació Mayra Yolanda Ibarra Hays, quien actualmente radica en la ciudad de Guadalajara, y el ‘socoyote’, el último de los hijos de Octavio Ibarra Cota fue Carlos Eduardo quien nació el jueves 16 de enero de 1969.
Esta historia continuará. En la próxima entrega les relatare como Octavio Ibarra Cota se convierte en uno de los cinco locutores fundadores del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Radiodifusión, Televisión y Telecomunicaciones sección Los Mochis-El Fuerte (STIRTT). De su liderazgo sindical, su ingreso al periódico ‘El Debate’ de Los Mochis y la progresiva enfermedad que le quito la vida.
FELICITACIÓN
El pasado sábado 10 de diciembre, dos de mis sobrinas contrajeron matrimonio. Fabiola Torres, hija de Juan Pablo mi hermano y de Fabiola su esposa, lo hizo en Guasave y simultáneamente, mi sobrina Paola Olguín Chávez, contrajo matrimonio en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, es hija de Lourdes Chávez Sotomayor, mi prima consentida.
No pude estar en ambas ceremonias por motivos de salud, pero a las dos les deseo que sean felices. Las quiero muchísimo.
OÍDO POR CASUALIDAD
En el año de 1990, era locutor de la radiodifusora XEMPM ‘Radio Fama’ del grupo RSN, junto con mis amigos y compañeros locutores Grace Rubio ‘la muñequita de sololoy’, Josele Cota ‘el galán de radio Fama’, Jaime Sandoval ‘Jimmy Boy’ (+) y Panchito Sandoval ‘el amigo más pesado’ (+).
También tuve la responsabilidad de coordinar la dirección de promoción del grupo RSN (Radio Sistema del Noroeste) por encargo del Ing. Manuel Francisco Pérez Muñoz, quien era Director General del Grupo RSN, actualmente lo lidera brillantemente su hijo Manuel Ignacio Pérez Gastelum ‘Manuelito’, como yo lo llamaba cuando era un niño.
Por esta segunda responsabilidad, para celebrar los primeros 50 años de la radiodifusora XECF ‘La Mexicana’, hice una serie de entrevistas a don Pancho Pérez Alvarado (+), el lunes 07 y martes 08 de mayo del año de 1990. Hace 32 años.
Las entrevistas fueron publicadas en diversos medios de comunicación entre ellos, la revista ‘Tribuna’ del periodista Melchor Angulo, el nacido en La Brecha, Guasave.
Don Pancho Pérez tenía un humor a ‘flor de piel’ y para su edad, una memoria de la que no escapaban los mínimos detalles.
LA LEYENDA URBANA
En el año de 1952, durante la trasmisión de un encuentro de beisbol entre los equipos ‘Naranjeros’ de Hermosillo y ‘Cañeros’ de Los Mochis, el cronista estaba tan emocionado al narrar un batazo que se voló las dos cercas del estadio de beisbol de Los Mochis que lleva el nombre del fuertense ‘Emilio Ibarra Almada’.
En su crónica, Pancho Perez gritaba desaforado, ‘La pelota se va, se va, se va y se fue a la ver…’
Cuando Octavio Ibarra Cota reparó en aquella expresión arrancada en un momento de júbilo, le quito el micrófono a don Pancho y continuo la crónica: ‘Oigan esto, el estadio Emilio Ibarra esta convertido en un manicomio’.
Cuando le señalé esta anécdota a don Pancho, este agacho la cabeza y se sonrió, afianzó la mano de su bastón y luego soltó la risa. ‘Muchacho, me hiciste que aflojara el cuerpo’ me dijo riéndose. Después afirmó que él no había dicho esa expresión.
‘En todas las plazas se contó esa anécdota, se la ‘achacaron’ a Kid Alto, al ‘rápido’ Esquivel, me la ‘achacaron’ a mí, pero tal vez fue un invento del ingenio de la afición, afirmo mientras no paraba de reírse.
Que en paz descanse don Francisco Pérez Alvarado.
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