La radiodifusora XEZA ‘La Zeta’ del grupo ‘Promomedios Mochis’ de don Roque Chávez Castro, marcó a varias generaciones de radioescuchas, con los grandes intérpretes de la música en ingles durante la década de los años ochenta y noventa.
La participación de los locutores era grabada, no había micrófono al aire, la voz oficial de ‘La Zeta, fue el joven Roque de Jesús Chávez López, quien impuso un estilo en la radiodifusión del noroeste de México, ‘La Zeta’ trasmitía en amplitud modulada (AM) pero la elegante voz de ‘Roquito’ y la producción del ‘Willy’ Traslaviña y su compadre el fuertense Ernesto Ayala, la proyectaban como una radio de frecuencia modulada (FM).
En los años ochenta, todos los domingos por la noche era una tradición dar ‘el Leyvazo’, y los aparatos de radio de todos, pero todos los automóviles y camionetas que recorrían la avenida ‘Gabriel Leyva’ de Los Mochis, tenían sintonizada a todo volumen la radiodifusora XEZA ‘La Zeta’.
Los programas más emblemáticos de ‘La Zeta’, los que quedaron para la historia no solo de la ciudad de Los Mochis sino de todo el noroeste de México fueron; ‘Cuatro a las Cuatro’, el programa de una hora de duración con las canciones del cuarteto de Liverpool y en la década de los años noventa, surgió el programa ‘Rockstalgia’, creado, producido y conducido por Julio Bernardo Martínez.
La crónica de hoy es en homenaje a Julio Bernardo Martínez, cuya huella no solo quedo grabada en la cabina de la radiodifusora XEZA ‘La Zeta’, también en el set de televisión de XHI Canal 2 y en los campos deportivos de la Liga de beisbol ‘Clemente Grijalva’ donde no solo fue cronista deportivo sido anotador oficial.
Sea pues esta Crónica un homenaje para ti Julio, por tus hijos y nietos, por el legado que dejaste en Los Mochis, Sinaloa.
EL ORIGEN
Julio Bernardo Martínez nació un martes 28 de abril del año 1959 en el puerto de Acapulco, Guerrero.
Entonces no existía como tal, la famosa playa ‘La Roqueta’ y apenas cumplía diez años de haberse creado la costera ‘Miguel Alemán’, pues fue este Presidente de la República quien inicio la trasformación del puerto que era un campo pesquero hasta convertirse en el destino turístico por excelencia.
El recién nacido ni siquiera tuvo la dicha de conocer el puerto, pues apenas cumplida la famosa ‘cuarentena’, dieta que debían guardar luego de concebir las mujeres de esa época y cumplidos los dos meses, sus padres, don José Luis Bernardo y la señora Margarita Martínez, regresaron a la ciudad de Tlalnepantla en el Estado de México donde residían.
Fernando Bolívar Terrazas era el alcalde de Tlalnepantla cuando la familia Bernardo Martínez regresó a su ciudad natal.
Julio Bernardo paso su infancia y adolescencia en ese municipio del Estado de México donde realizó los estudios de educación básica hasta la preparatoria.
Cuando cumplió los diez años, sus padres José Luis y Margarita, empezaron a notar que aquel chiquillo tenía dos aficiones; la lectura y la música.
El pequeño Julio leía todas las revistas y los libros que caían en sus manos, fue a esa edad cuando empezó a aprender a tocar la guitarra.
‘Este muchacho va a ser músico’, decía don José Luis.
En la preparatoria desarrolló también una nueva afición, el amor por los deportes.
Aquel adolescente espigado, solicitó su ingreso al equipo de futbol americano ‘Las Iguanas’, donde se ganó a pulso de golpes y ‘tackleadas’, la titularidad como centro en la línea defensiva.
Siempre presumió orgullosamente el número 71 en su pecho y su espalda.
Ya para entonces Julio se había declarado abiertamente rockero, hasta aprendió a tocar el bajo sexto y los teclados y ya ‘requinteaba’ todas las canciones de los grupos famosos.
Fue en esa época de la preparatoria donde eligió una canción que lo acompañaría hasta su muerte; ‘Escalera al Cielo’ (Stairway to Heaven) del grupo Led Zeppelin.
LA AVENTURA
En el año de 1975 hay un cisma en la familia Bernardo Martínez. Julio decide dejar a su familia para buscar nuevos horizontes en su vida.
La aventura que había iniciado en Querétaro a los 17 años desarrollando diversos trabajos, tuvo sus consecuencias. En Querétaro nació su primer hijo Emanuel Hernández, producto de un noviazgo con una jovencita llamada María. Entonces Julio Bernardo Martínez era un adolescente.
RUMBO AL NORTE
Julio le da a conocer a su señora madre, doña Margarita Martínez, cuáles eran sus planes y en 1975 Julio Bernardo Martínez llego al municipio de Cajeme en Sonora.
Fue en ciudad Obregón donde desarrollo diversos trabajos, todos relacionados con las ventas y fue ahí, en una colonia donde conoció a la señorita Lourdes Álvarez.
RUMBO AL ALTAR
No supo si fueron sus ojos, o aquellos cabellos ‘chinos’ o la belleza de las sonorenses, pero lo que si estaba seguro, es que aquella bella muchacha seria la madre de sus hijos. Así se lo hizo saber a doña Margarita quien dio ‘el visto bueno’ para la boda.
El sábado 21 de enero de 1978, Lourdes Álvarez y Julio Bernardo Martínez contrajeron matrimonio eclesiástico con la anuencia de sus padres.
Doña Margarita Martínez decide seguir a su hijo, deja Tlalnepantla y se muda a Los Mochis, Sinaloa. Quería estar cerca de su hijo y de sus nietos.
RUMBO A LOS MOCHIS
De esta unión nacieron; Iván, Adriano, Marisol y Fabiola Bernardo Martínez.
Siete años residió el matrimonio en ciudad Obregón hasta que, en el año de 1985, Julio recibió una oferta de trabajo de una empresa farmacéutica para trasladarse a Los Mochis, Sinaloa como representante de aquella compañía trasnacional.
Doña Margarita, la madre de Julio vivía en la colonia Jiquilpan, ahí fijo su residencia Julio Bernardo con Lourdes su esposa y sus cuatro hijos. Fabiola la más pequeña apenas había cumplido tres meses. La felicidad para doña Margarita fue completa.
Ya instalado en la colonia Jiquilpan, Julio convence a los ejecutivos de la televisora XHI Televisión Canal 2, para producir un programa relacionado con la salud, lo que le sirvió para expandir su área de trabajo en la venta de medicamentos. Llegó incluso a trasmitir una operación desde el quirófano, la primera que se realizó en Los Mochis a través de la televisión.
EN LA RADIODIFUSORA XEZA ‘LA ZETA’
Julio Bernardo Martínez se volvió polifacético.
Se ofreció como anotador de diversas ligas de beisbol del municipio de Ahome, pero su atención estaba puesta en la radiodifusora XEZA ‘La Zeta’ de don Roque Chávez Castro de ‘Promomedios Mochis’, grupo radiofónico conocido actualmente como Chávez Radio Cast.
Fue la juventud y el arrojo de Julio Bernardo Martínez, lo que convenció al Director de la XEZA ‘La Zeta’ Roque Chávez López y al gerente administrativo Enrique Yamuni Robles.
Le realizaron un examen que Julio Bernardo aprobó fácilmente y fue así como nació el programa ‘Rockstalgia’, uno de los más icónicos de la radiodifusión.
El tema de presentación fue la canción ‘Escalera al Cielo’ (Stairway to Heaven) de Led Zeppelin. Julio Bernardo Martínez escribió su legado en la radio.
Ya siendo locutor de la radiodifusora XEZA ‘La Zeta’, como Anotador Oficial de la Liga de Beisbol ‘Clemente Grijalba’, el siguiente paso de Julio Bernardo Martínez fue convertirse en cronista deportivo y lo logró.
LA DEBACLE
Como los hijos no estamos exentos de cometer los errores de nuestros padres, en 1997 Julio Bernardo Martínez se separó de su esposa Lourdes Álvarez, la crisis en el matrimonio se hizo evidente.
Julio protege a sus cuatro hijos y mantiene una comunicación muy amorosa con ellos e inicia una relación con la señora Carmen Guerrero. De esa unión no hubo descendencia.
ESCALERA AL CIELO
El sábado 27 de noviembre del 2010, Julio Bernardo Martínez realiza un viaje de Los Mochis, Sinaloa a Ciudad Obregón, Sonora.
Su cuerpo estaba invadido por el cáncer, que había iniciado en el hígado, el sabía que la despedida de este mundo terrenal era inminente. Llegó a casa de su hija Marisol, ella vivía en esa ciudad. Actualmente radica en Los Mochis.
‘Tengan mucha fortaleza, estoy muy orgulloso de ti y de todos mis hijos, tienes que ser fuerte, necesitas esa fortaleza para salir adelante con tus hijos, los amo, los amo a todos’. Julio abrazó a Marisol y ambos ya no pudieron contener las lágrimas.
Aquella noche del martes 11 de enero del 2011, Julio Bernardo Martínez estaba sentado en el sofá frente al televisor, veía un juego de beisbol del equipo de sus amores ‘Cañeros de Los Mochis’, pero se quedo dormido en la cabalística y fatídica séptima entrada. Sus ojos se cerraron, su corazón se detuvo.
El cáncer de riñón que había invadido su cuerpo fue la escalera para llegar al cielo. Por una ironía del destino, aquel niño que nació un martes en Acapulco, Guerrero, murió también un martes en Los Mochis, Sinaloa.
Julio Bernardo Martínez junto con Francisco Mendívil ‘Panshow’, quien fuera el primer DiscJockey de Los Mochis en la discoteque ‘Scorpio’ y Octavio ‘tavito’ Bastien, operador de la legendaria radiodifusora XEZA ‘La Zeta’, fueron los especialistas en la música en ingles de los años ochenta.
Descanse en Paz Julio Bernardo Martínez.
ORACIÓN
En menos de una semana, dos de mis muy queridos amigos me han puesto de duelo. Gilberto Cruz, mi compañero locutor de la radiodifusora XECF Radio Mexicana. Pionero de la radiodifusión en el noroeste de México y David Beltrán Inzunza, ex regidor del PRI en el Ayuntamiento de Culiacán, director de Canaco, ex Secretario Particular de importantes políticos.
La voluntad de Dios Nuestro Señor es inescrutable.
Descansen en Paz
OIDO POR CASUALIDAD
Aquel martes 27 de abril de 1999, en un acto oficial del mejor Gobernador Constitucional que ha tenido el Estado de Sinaloa, el Lic. Juan S. Millán, en palacio de gobierno en Culiacán se me acerco David Beltrán Inzunza, quien era Secretario Particular del Secretario de Administración y Finanzas Oscar Lara Aréchiga.
¿Tu eres Agustín verdad? Me preguntó.
Mis hermanas son amigas de tus hermanas, Mónica tu hermana las invito en 1982 a ser integrantes de un club del Grupo Menudo.
Mis hermanas Mónica, Rosalía (la mamy) y María de Jesús habían formado en 1982 el club de fans ‘Ellaaas’ del grupo Menudo y tenían cientos de fans de diversas partes de la república y del extranjero registradas.
Yo no pude contener la risa
¿Es en serio?
Claro que sí, me aseguró.
Que bien, no estaba enterado, le respondí, desde entonces nos hicimos muy amigos.
La última vez que hable con él fue por el asesinato de mi amigo el compañero periodista del periódico ‘El Debate’ Luis Enrique Ramírez.
David no solo lamentó, sino que condenó ese suceso aun impune.
Pues en marzo del 2006, David Beltrán Inzunza, me invito a comer. Estuvimos en el restaurante ‘Panamá’ en Culiacán, el que está frente a Palacio de Gobierno.
‘Oye Agustín son chingaderas, ya nos estereotiparon a ti y a mí’.
¿Por qué? Le pregunté.
Porque a mí siempre me la dan de Secretario Particular y a ti siempre te la dan de Director de Comunicación Social.
¿Oye deveras verdad? Le respondí.
Son chingaderas dijimos los dos.
En el año 2007, la masa se le hizo engrudo al Gobernador Jesús Aguiar Padilla en Guasave. Los grupos políticos no estaba de acuerdo con quienes se mencionaban para la candidatura a la Diputación Local. Cenobio Ruiz sacó un as bajo la manga y le dio ‘línea’ a David Beltrán para que se registrara en la contienda.
La estrategia era ‘acalambrar’ a los pretensos.
David lo sabía.
Descanse en Paz mi amigo David que decidió morir en la casa de sus padres en Guasave, donde nació y creció.
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