Luis Enrique Ramírez murió por golpes en la cabeza: Fiscalía

Luis Enrique Ramírez murió por traumatismo de cráneo provocado por los golpes que recibió en la cabeza, confirmó la Fiscalía de Justicia de Sinaloa la tarde de este jueves.

Fue la fiscal Sara Bruna Quiñónez quien confirmó que el columnista del periódico El Debate fue localizado sin vida sobre un camino al sur de Culiacán, aproximadamente a las 10:40 horas.

Estaba sobre un camino de terracería que conduce a la colonia Antorchista, cerca del yonque La Pekeña, envuelto en plástico negro.

En conferencia de prensa, donde se dieron los pormenores de la muerte del fundador del portal de noticias Fuentes Fidedignas, se detalló que el Servicio Médico Forense determinó que sufrió traumatismo craneoencefálico a consecuencia de golpes contusos.

Sara Bruna Quiñónez precisó que no se le apreciaron huellas de tortura, salvo los golpes que recibió en la cabeza que fueron los que le ocasionaron la muerte.

Señaló que un hermano y un cuñado de la víctima fueron quienes identificaron al periodista Luis Enrique Ramírez.

La Fiscalía detalló que la familia informó que Luis Enrique salió de su casa aproximadamente a las 3 de la madrugada y que ya no regresó.

La fiscal reveló que no se había presentado denuncia por la desaparición del periodista y que fue hasta este jueves cuando la familia acudió a identificar a la persona localizada sin vida porque el periodista no estaba en el domicilio.

Tras la confirmación del crimen, se empezó a trabajar en la investigación del caso, donde no se va a descartar ninguna línea, sobre todo las relacionadas con su trabajo periodístico, incluyendo aquellas donde se le menciona en hechos fatídicos del pasado.

La funcionaria aclaró que por lo pronto el caso está en manos de la Fiscalía del Estado, y conforme avancen las investigaciones se va a determinar si la carpeta pasa a la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle).

Cabe aclarar que esta tarde se informó que se localizó un celular, casquillos de bala y rastros de sangre en una zona de la ciudad, donde al parecer fue privado de la libertad el periodista.

Por este asesinato, organizaciones civiles, ciudadanos, asociaciones de periodistas, defensores de derechos humanos y diferentes sectores de todo el estado condenaron el hecho y exigieron el esclarecimiento del crimen.