Joseph Aloisius Ratzinger, el sacerdote alemán que se convirtió en jefe de la iglesia católica el 19 de abril de 2005 ha muerto este sábado 31 de diciembre.
Benedicto XVI se convirtió en el papa número 265 y séptimo pontífice que estuvo al frente de la Ciudad del Vaticano.
Joseph Ratzinger nació el 16 de abril de 1927 en Baviera, Alemania, y se ordenó sacerdote el 29 de junio de 1951.
Benedicto XVI fue el sucesor de Juan Pablo II como papa tras su muerte, sin embargo, renunció al cargo el 28 de febrero de 2013, un hecho que marcó a la iglesia católica porque no se había presentado un hecho similar desde la edad media, en el año 1415, cuando Gregorio XII fue obligado a renunciar.
El papa Benedicto anunció su renuncia el 11 de febrero por “falta de fuerzas”, tenía 85 años y llevaba casi ocho de pontificado. La renuncia se hizo efectiva el 28 de febrero. “Con total libertad declaro que renuncio al ministerio de obispo de Roma y sucesor de Pedro”, declaró Ratzinger.
Al quedar vacante el cargo, se llevó a cabo el tradicional cónclave donde fue elegido nuevo papa el sacerdote argentino Jorge Mario Bergoglio, quien decidió ser llamado papa Francisco en honor a San Francisco de Asís.
Tras su renuncia, Benedicto XVI fue nombrado papa emérito y estuvo en la residencia de verano ubicada en Castel Gandolfo hasta el 2 de mayo de 2013, cuando se trasladó al Monasterio Mater Ecclesiae ubicado dentro del Vaticano.
Tras su renuncia su estado de salud fue empeorando, sufrió de erisipela en la cara, una enfermedad que provoca hinchazón y placas rojizas, que causa fuertes dolores y empezó también a padecer problemas respiratorios que afectaron sus cuerdas vocales, al grado que en sus últimos meses de vida no podía hablar.
El papa Benedicto XVI murió a la edad de 95 años, confirmó la oficina de prensa de El Vaticano.
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