El presunto asesino de la joven maestra Fabiola Vianey quedó vinculado a proceso acusado de feminicidio y delitos relacionados a la desaparición de personas con el fin de ocultar la comisión de un delito.
Este lunes 20 de junio se llevó a cabo la audiencia inicial donde el juez de Control y Enjuiciamiento Penal encontró elementos suficientes para que Luis Carlos “S” quede en prisión preventiva mientras se desahoga el caso.
La historia trágica inició el pasado viernes 17 de junio, poco después de las 4 de la tarde cuando el acusado pasó por la víctima en Río Fuerte y Madero para ir a hacer un abono a una deuda que ella tenía con él. Se dijo que eran alrededor de 45 mil pesos.
Antes de ir a la tienda departamental donde se haría el pago, Fabiola Vianey pidió a Luis Carlos ir a otro establecimiento que opera también como banco ubicado por la calle Independencia, en el centro de Los Mochis.
Fue ahí donde Luis Carlos le dijo que irían a su domicilio, ubicado en callejón Juan de la Barrera para entrar al baño.
Ya en el lugar, surgió una discusión entre ambos y fue entonces que el sujeto atacó a Fabiola Vianey asestando varias puñaladas en el rosto y un golpe en el cuello, causándole una fractura en el hueso hioides que le provocó edema y hemorragia de laringe y tráquea, y como consecuencia asfixia por obstrucción de vías respiratorias.
La joven quedó sin vida y fue cuando él trasladó el cuerpo hasta una habitación para esconderlo debajo de una cama. Para ello cubrió la cabeza y los pies con bolsas de plástico color negro y limpió el lugar para evitar ser descubierto por sus padres.
Cabe aclarar que la policía empezó a dar seguimiento al caso tras el reporte de la desaparición de Fabiola Vianey desde el viernes por la tarde y fue luego de revisar algunas cámaras de video que se logró ubicar a Luis Carlos, porque él pasó por ella en un vehículo KIA azul propiedad de su madre.
En la audiencia inicial salió a relucir que Luis Carlos declaró en forma voluntaria ante la Fiscalía en dos ocasiones el sábado por la mañana, por haber sido la última persona que tuvo contacto con la joven maestra antes de su desaparición, negando saber de ella, sin embargo, más tarde él mismo confesaría a su mamá el crimen y ella le pidió que se entregara.
Fue entonces que el acusado regresó a la Vicefiscalía para confesar lo que había pasado con su compañera de trabajo. Para entonces, la policía investigaba una posible ubicación del celular de la víctima que se mantuvo encendido y cuya señal abarcaba una zona cercana a la casa del acusado.
El juez de Control dio un plazo de tres meses para la investigación complementaria, el cual que vence el 20 de septiembre de 2022.
Más Historias
“Japama está peor que nunca”; ni sus trabajadores se salvan de sus abusos
Hace falta mayor cultura del masaje, porque no todos tienen “final feliz”
Acusan a alcalde de negarse a pagar pensión a viudas de policías