La Corte echó para atrás permisos de GPO y ordenó consulta: Cárdenas

Quienes se oponen a la instalación de la planta de amoniaco en Topolobampo piden no creer en la farsa de GPO y de quienes están a favor de esta industria peligrosa. La Corte no solo decidió sobre la consulta indígena, también le canceló los permisos.

El exsenador Manuel Cárdenas Fonseca afirmó que la Suprema Corte le dio un revés a la planta de amoniaco y canceló los permisos. “Para atrás permisos y a hacer consulta y pedir permisos nuevamente, por lo menos”, aclaró.

Consideró que la Corte dio la razón a quienes mantienen la lucha para evitar que la planta acabe con la Bahía de Ohuira y dejó claro que su postura no es contra la inversión, sino de la forma que están intentando apoderarse de un lugar que no es apto para esa industria. “Sí queremos inversión, pero inversión que respete las leyes desde su origen”, destacó.

Cárdenas forma parte de quienes han llevado a instancias nacionales y ha cuestionado no solo la ubicación de la planta, sino además el dudoso origen del dinero con que se pretende llevar a cabo el proyecto. “Gracias a los que no se doblegaron ante la infamia de gobernantes y el dinero de quien sabe qué origen, mi reconocimiento a los pueblos originarios. La ley nos dio la razón”, precisó.

“Aquí concluye un tema que presenté en tribuna del Senado dando cuenta de todas las ilegalidades e incumplimientos de un grupo de “empresarios” que en la complicidad con políticos corruptos quisieron imponer su Ley”, puntualizó.

Manuel Cárdenas se sumó al regocijo de los pueblos indígenas que celebraron la resolución de los magistrados. “Felicidades a todos los pueblos originarios y a todas las personas que defendieron la Bahía de Topolobampo Ohuira”, apuntó.

Para los opositores al proyecto, el director de GPO, Arturo Moya Hurtado, está tratando de minimizar la decisión de la Corte con información parcial, haciendo creer que no hay cambios y que lo único que aprobaron por unanimidad los magistrados fue la realización de la consulta indígena.

Insistieron en que tanto en Topolobampo como en los pueblos cercanos no quieren la planta de amoniaco en ese lugar porque representa un peligro para la vida y el medio ambiente.