Un ataque de abejas dejó como saldo una yegua sin vida y dos personas que tuvieron que recibir atención médica de urgencia al presentar complicaciones de salud en el ejido Compuertas.
Durante el ataque, personal de Protección Civil fue alertado y acudió al lugar para controlar la situación, confirmando la localización de dos enjambres, uno en unas llantas abandonadas y el otro en la techumbre de una vivienda.
En exclusiva, los afectados narraron la grave situación que tuvieron que enfrentar el miércoles 6 de diciembre por la tarde, luego de que las abejas se “alborotaron” y atacaron a todo lo que encontraron.
“Las abejas atacaron a un caballo y fui a soltarlo, entonces me atacaron a mi y después atacaron a mi madre”, dijo Óscar Domingo Ramírez, quien junto con su mamá tuvieron que acudir al médico para atenderse las picaduras.
La señora Martina Ramírez Beltrán dijo que sufrió el ataque de las abejas principalmente en sus manos y tuvo que ser llevada al médico por la hinchazón que le provocó el veneno de las abejas en otras partes del cuerpo.
“Me tuvieron que inyectar, también me checaron la presión, el azúcar y la respiración. Me tomé dos loratadinas y leche, eso me ayudó, pero traigo los ojos hinchados”, narró la señora sobre esta amarga experiencia.
Dijo que en medio de la nube de abejas, solo atinó a gritar por ayuda mientras trataba de librarse de ellas. “Grite y grite me salí a la calle, las abejas, las abejas, les decía, mientras mi hijo se andaba tumbando las abejas que le estaban picando”, resaltó.
De acuerdo con los afectados, una “potranca” murió, dos yeguas y un caballo tuvieron que ser atendidos por los efectos del veneno de las abejas.
Algunas personas afectadas por este ataque de abejas dijeron que una vecina no permitió el acceso al personal de Protección Civil para que reubicaran uno de los enjambres. “Se resolvió rociarlas con agua espumosa mientras el propietario sella el lugar”, informó el organismo municipal.
Las abejas fueron localizadas en Emiliano Zapata y Antonio Rosales; y en Benito Juárez entre Miguel Hidalgo y Antonio Rosales, en el ejido Compuertas.
Pese a la intervención de la autoridad, el riesgo se mantiene en el lugar porque las abejas siguen ahí. “Mi mamá sale a tender ropa a la parte de atrás, con peligro de que le piquen las abejas”, dijo Óscar Domingo Ramírez.
Los afectados por este ataque de abejas pidieron a las autoridades que hagan algo para evitar que esta situación se repita, porque sigue latente el riesgo de un nuevo ataque de abejas.
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