Corrupción en el transporte público, “cuento de nunca acabar”: UNTRAC

En Sinaloa, la corrupción sigue siendo un “cuento de nunca acabar” en el transporte público, al grado que ninguna autoridad ha logrado terminar con este problema que mantiene la actividad en medio del desorden y la ilegalidad.

José Francisco Flores Castro, dirigente del Transporte Campesino de la UNTRAC en Sinaloa, aseguró que la corrupción en el gobierno sigue provocando la operación de transporte “pirata”, la circulación de camiones convertidos en chatarra y por ende la competencia desleal.

Dijo que ni el mismo director de Vialidad y Transportes en el estado, Miguel Loaiza Pérez, ha logrado frenar este grave problema que se origina desde la misma dependencia estatal. “Es bastante la corrupción que se da desde el cuerpo de inspectores y ellos son coparticipes de que la piratería o competencia desleal se siga dando”, subrayó.

El secretario general de la Alianza de Transportistas de Personal Agrícola y a las Empresas del Municipio de Ahome precisó que Miguel Loaiza antes de convertirse en funcionario denunciaba constantemente las irregularidades en el transporte, sobre todo por la forma de actuar de los inspectores, sin embargo, ahora ni el mismo ha podido frenar la corrupción.

Indicó que el problema es que los inspectores pertenecen a un sindicato que los protege y no hay forma de sancionarlos. “Miguel Loaiza está atado de manos, porque al tratar de sancionar a los corruptos los separa del cargo, pero les tienen que seguir pagando”, destacó.

Es a lo más que puede llegar el director de Vialidad, mandarlos a la banca, pero los inspectores van a seguir cobrando y en las calles no va a tener quien haga ese trabajo. “Está atado de manos y poco se puede hacer para acabar con la corrupción, por eso decimos que es un cuento de nunca acabar”, puntualizó.

SOMOS EL “PATITO FEO” DEL TRANSPORTE

El transporte de jornaleros agrícolas sigue enfrentando serios problemas por la falta de apoyos de parte del gobierno y eso se suma a la competencia desleal que provocan las empresas al utilizar sus propios camiones para el traslado del personal al campo.

“El transporte de personal no tiene ningún apoyo, no hay subsidios al diésel, no hay subsidios a nada, no somos sujetos a crédito, entonces, somos el patito feo de la cadena de producción”, subrayó el dirigente transportista.

Por eso, el transportista de jornaleros ha tenido que írselas arreglando para mejorar sus unidades, a veces “a puro pulmón” y haciendo ahorros, porque no tienen otra opción.

Flores Castro dijo que para ellos el trabajo es temporal, solo lo que dura la zafra en el campo y en adelante no hay más. Son solo 3 a 4 meses lo que dura la actividad para ellos.