Los raspados de Fidel Ibarra Lugo han conquistado el gusto de los habitantes de Hermosillo, una de las urbes más calurosas del país.
Y es que además de lo fresco, los sabores originales de frutas y jarabes artificiales han convertido su triciclo en uno de los puntos favoritos de la capital del estado de Sonora.
Fidel Ibarra inicio con su negocio de raspados de hielo en San Miguel Zapotitlán, en el municipio de Ahome Sinaloa, una población cercana a la ciudad de Los Mochis, en el año de 1992.
Actualmente, desde hace casi 7 años Raspados Fidel se ubica en la esquina de Lázaro Mercado y avenida De los Yaquis en la colonia El Sahuaro, de Hermosillo.
Son casi 30 años dedicado a la venta de raspados, donde logra mezclar sabores de frutas naturales con productos artificiales como el picante y el chicle, sin faltar la tradicional “lechera”.
De frutas naturales tiene raspados de piña, ciruela, durazno, mango, guayaba, pitaya, limón y tamarindo, también hay jarabes artificiales de vainilla, fresa, chicle y uva.
Sin embargo, hay mezclas que tienen mucha demanda como “el diablito” que es el raspado de mango con chile o si el cliente lo prefiere se puede elaborar con cualquier otra fruta.
Fidel Ibarra dijo que su trabajo inicia con el preparado de los jarabes todos los días y la venta es de 10 de la mañana hasta las 8 de la noche.
La ciudad de Hermosillo es un de las zonas más calurosas de Sonora pero también es una de las más frías, por eso Fidel se mantiene activo en ambas temporadas, ya que además de los raspados en el verano, vende productos calientes como champurrado y avena en invierno.
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