La pequeña Lía Victoria sigue esperando ser “rescatada” del abandono y de los riesgos del entorno donde vive por decisión de su propia madre, quien la dejó con su abuelo para irse a hacer nueva vida a otra ciudad.
La niña de apenas 5 años de edad permanece en casa de su abuelo “Toño”, en el ejido Mayocoba, Ahome, quien por órdenes de la madre de Lía Victoria no permite que la familia del padre le brinde ayuda.
Actualmente la pequeña está enferma, presenta desnutrición, síntomas de anemia y otros males derivados de la falta de atención y cuidados, porque su abuelo materno es una persona mayor que no está en condiciones de brindarle el apoyo que requiere.
Don Armando Cital, abuelo paterno, es quien ha tratado de ayudar a la niña, debido a que las autoridades del Sistema DIF no le han dado seguimiento a este lamentable caso que mantiene en serio riesgo a la pequeña.
Aclaró que ellos quieren la custodia y que la niña sea reconocida legalmente como su nieta, ya que actualmente no lleva el apellido de su hijo.
Los padres de Lía Victoria se separaron hace algunos años, ella se fue a la frontera con otro hombre y dejó a la niña en casa del abuelo “Toño”, un lugar donde se encuentra rodeada no solo de carencias, también muy cerca de personas adictas que ya han tratado de hacerle daño.
Y es que la madre de Lía Victoria es una mujer adicta a las drogas y hace un par de años aproximadamente, sujetos con los que ella se estaba drogando realizaron “tocamientos” de tipo sexual a la pequeña.
Se presentó una denuncia, intervino el Sistema DIF Ahome y la menor fue dejada en custodia en una casa hogar, sin embargo, poco tiempo después, las mismas autoridades la llevaron de nuevo a la casa del abuelo materno.
Ante la situación actual de la niña, de nueva cuenta se está solicitando la intervención del DIF, pero el organismo ha hecho caso omiso.
Actualmente, Lía Victorica se encuentra en serio riesgo, no solo por la condiciones en que vive, también porque sigue en el mismo entorno donde anteriormente fue abusada por sujetos adictos a las drogas.
El abandono de la pequeña llega al grado que, además de estar mal alimentada, no está siendo educada, no va a la escuela, ni tiene un buen guía en casa, y ni siquiera había sido registrada. Hace poco, su abuelo “Toño” tomó la decisión de registrarla como su hija.
Ahora la familia paterna reclama su derecho, no solo a que la niña lleve los apellidos del padre, también a que le entreguen la custodia y que pueda ser atendida, cuidada, protegida y lejos de ese ambiente dañino donde actualmente vive.
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